Puerto de Pollença: Zona tranquila con playas preciosas, tiendas y restaurantes.
Deià: Pueblo pintoresco y muy popular que atrae a artistas y celebridades.
Banyalbufar: Pequeño y pintoresco pueblo de montaña situado en la costa oeste de Mallorca.
Fornalutx: Su envidiable ubicación en la Serra de Tramuntana, lo convierte en un lugar ideal para senderistas y ciclistas.
Pollença: Uno de los pueblos más bonitos de Mallorca rodeado de lugares únicos que no te puedes perder.
Port de Sóller: Ha adquirido mucha popularidad gracias a su histórico tranvía, su puerto protegido situado en una gran bahía y el bonito paisaje que le envuelve.
Sóller: Basta pasear por su núcleo histórico para sentirse inmediatamente trasladado a otros tiempos.
Valldemosa: Pueblo con aires medievales en un precioso valle rodeado de montañas. Sus calles empedradas y su rico patrimonio cultural hacen de Valldemossa una visita imprescindible en Mallorca y que, como mallorquines, no podemos dejar de recomendar.
Alcudia: Localidad costera de origen romano que invita a pasear y perderse por sus callejuelas repletas de historia y cultura.
Porto Colom: Coqueto y tranquilo pueblo perteneciente a la villa de Felanitx.
Port d’Andratx: Uno de los puertos naturales más espectaculares de las Islas, rodeado por bellas calas de aguas cristalinas como cala Llamp, cala Moragues y cala d’Egos. Esta moderna localidad portuaria, ha evolucionado de ser un antiguo refugio de pescadores a convertirse en uno de los destinos turísticos más destacados de Mallorca, gracias a su vitalidad náutica, lo que atrae a un turismo residencial exclusivo.
Santanyí: Además de muy bonito, es bastante rural y auténticamente mallorquín. Con unos 48km de costa deslumbrante y a un lado del segundo parque natural más grande de Baleares, este pueblo cuenta con un entorno natural espectacular.